Por favor, Escribano, De fe... (será un tipo creyente?)

PRIMER TESTIMONIO- Folio 797.--------------------------------------------------------------
ESCRITURA NUMERO NOVECIENTOS SETENTA Y NUEVE.- En la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina, a los siete días del mes de Agosto del año dos mil siete, ante mí, Escribano autorizante, comparece la autora del blog titulado "NO CORRAS QUE ES PEOR...", de nacionalidad argentina, de estado civil incivilizado, nacida el 30 de marzo de un oscuro año del siglo pasado, domiciliada en donde las calles no tienen nombre 2906, piso 1º, departamento “A”, de esta ciudad, mayor de edad, hábil (hábil para qué?) y de mi conocimiento, doy fe.- Y la autora, de ahora en más la “dicente” manifiesta: Que es su voluntad exponer en este acto todos y cada uno de los sucesos que acontecieron desde el momento en que se planteó la necesidad de actualizar su blog. Afirma que el pasado 3 de agosto de 2007, a las 17 horas experimentó una sensación similar al pánico, al haberse percatado que en un breve lapso de tiempo debería redactar un nuevo posteo. Si bien se muestra conciente y resignada por sus limitaciones en materia de escritura, afirma que el temor padecido se generó por su ya consabida incapacidad para escribir en primera persona, requisito casi ineludible en el género en cuestión. Alega (como inaceptable excusa), que debido a su actividad profesional está acostumbrada a redactar providencias en tercera persona, las cuales con posterioridad son firmadas por el Juez a cargo del Tribunal en el que la dicente se desempeña, razón por la cual ella se ve obligada a ocultar su persona tras las formalidades del caso. Asimismo, señala que en alguna ocasión francamente olvidable, en la que cedió a la tentación de escribir, lo hizo en el carácter de narradora de hechos ajenos, lo que confirma su total inhabilidad en la materia. Sin perjuicio de lo expuesto se reconoce a si misma como una persona voluntariosa, motivo por el cual decidió sobreponerse a la adversidad congénita y comenzar a trabajar. Relata que el 4 de agosto se dedicó a recolectar información valiosa y conducente a los fines ya señalados, pese a lo cual el resultado fue nulo. Sostiene, con evidente pesadumbre, que ese mismo día, muy a su pesar aceptó que lo que escribiere jamás estaría a la altura de las circunstancias y maldijo su suerte en ocasión de retomar, por obra del destino, la lectura de la novela de Fiodor Dostoievski, “Crimen y castigo”. En este acto, confiesa que lo que confundió en un primer momento con un hecho azaroso, ahora le es claramente revelado como una mensaje de los dioses y del precitado autor, quienes formalmente han evidenciado una clara oposición a su incursión en el mundo de las letras. Durante la mañana del día 5 de agosto, mientras peinaba a su perra, una catarata de ideas caóticas y enmarañadas invadió su cabeza, sin dejar nada en claro. Durante la tarde se dignó a sentarse frente a la computadora a la espera de que alguna idea salvadora hiciera pie en su convulsionado territorio neuronal, pero como era previsible nada aconteció. Manifiesta que en virtud de que siempre le ha resultado sumamente difícil permanecer quieta y en un desesperado intento por encontrar algo de inspiración, cubrió ese lapso de tiempo con diversas actividades tales como: ir al kiosco a comprar golosinas, alimentar a la mascota, cocinar, desafinar el bajo, escuchar música y ver un partido amistoso del Liverpool FC que pasaban por un canal de cable, dejando expresa constancia que al finalizar cada una de esas diligencias volvía presurosa a sentarse frente al monitor, pese a que éste descaradamente se empecinaba en mostrar la hoja de la edición de entradas en blanco. El día 6 de agosto se intimó a si misma a dar cumplimiento con la tarea encomendada, por lo que hizo desmedidos y prolongados esfuerzos por pasar "algo" en limpio ( lo que evidencia a las claras su intención de justificar su ineficacia como escritora). Por último expresa que durante el día de hoy, mientras se encontraba en su lugar de trabajo, padeció fuertes remordimientos por por su falta de creatividad. Esto es todo cuanto puede y desea manifestar la dicente. Leo la presente escritura a la compareciente, quien la firma, ante mí, doy fe. Ante mí: Roberto Smith. Está mi sello. Concuerda con su matriz que pasó en el Registro 777 a mi cargo. Para la compareciente extiendo el presente testimonio de esta escritura, en tres fojas, que firmo y sello en el lugar y fecha de su otorgamiento, a los fines de ser presentado ante la autoridad pertinente.-