Es indiscutible: cada vez que estoy de vacaciones y no sufro esa apremiante persecusión de los tiempos (imagino un reloj gigante corriendo detrás mío -creo que estoy muy mal-), mi producción en este espacio decae.
Digamos que se da una peligrosa conjunción entre las pocas ganas de escribir y mi nula capacidad de ocurrencia.
Y eso es algo inexorable, como la relación de la luna con las mareas, la ley de gravedad y las manzanas o la imposibilidad de la izquierda internacional para presentarse con una propuesta única en las elecciones.
Por eso he decidido no esforzarme y dejar que las cosas fluyan.
Ahora eso sí, me puse a pensar qué tremenda escritora sería si tuviera a alguien apuntándome en forma constante, con una ametralladora en la cabeza. Con semejante presión, yo podría llegar a ser como Fernando Pessoa o como Boris Vian o quizás como Carlson McCullers.
Claro que la gente que porta ametralladoras, usualmente no está interesada en el desenvolvimiento de la literatura nacional.
Una verdadera pena.
4 comentarios:
Mas que la idea de la ametralladora me gusta mas la de un reloj CUCú corriendo detrás tuyo.
te imaginé como el conejo blanco de Alicia...
"I'm late / I'm late / For a very important date.
No time to say "Hello." / Goodbye. / I'm late, I'm late, I'm late."
tictac, tictac,tictac, tictac,tictac, tictac,tictac, tictac,tictac, tictac,tictac, tictac....
te ayuda?
Sister: vos decis un reloj con piernas?
Ovejis: Alicia es uno de mis libros "favoritos", como Mickey para Santino.
Lucas: No, gracias... no me estás ayudando, es casi como si me convidaras un caramelo media hora.
Paso.
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