
Voy a hacer un comentario que dista mucho de ser un análisis comunicacional o semiótico, es un simple aporte de perogrullo, fruto de mi vasta experiencia como televidente.
Hace muchos años, en la mayoría de las novelas nacionales y latinoamericanas siempre se debatían cuestiones atinentes a la identidad. La búsqueda de la verdadera identidad era un lugar común insoslayable, al punto que ya de antemano se sabía que en algún momento se iba a desatar el conflicto que tenía como eje a esta temática. Desde el principio se podía sospechar que el muchacho pobre, en realidad era hijo del multimillonario o que la protagonista era la heredera de un imperio empresarial.
Al margen de la historia de amor, siempre la incógnita acerca del verdadero origen de los personajes era sumamente interesante. El descubrimiento de la verdad dependía de la confesión de algún moribundo, de un testamento oculto que reconociera al hijo post-mortem o de la intervención de Mandinga, pero lo cierto es que cuando se develaba la verdad, nadie se atrevía a dudar de ella y se la daba por buena.
Cuando los estudios de ADN se volvieron de público conocimiento y la población media supo que por un sencillo y rápido análisis era posible atribuir la paternidad con un 99,9 % de certeza, los libretistas de televisión vieron peligrar uno de los puntos fuertes de sus novelas.
Pero entonces algo fabuloso sucedió. Se les ocurrió -para desgracia de los telespectadores- que podían acontecer miles de inconvenientes hasta que el resultado del análisis de ADN cayera en buenas manos. Así podían falsearse los estudios, modificarse los resultados, cambiarse las muestras y los sobres, aparecer médicos corruptos e inescrupulosos ávidos de dinero, hasta plantear la gigantesca incoherencia de que cualquiera -léase bien: cualquiera- le arrancara un cabello a un personaje y alegremente lo mandara a analizar en la búsqueda de filiaciones perdidas y sospechadas
Está todo bien, señores guionistas y creativos de televisión, yo se que necesitan comer, pero de ahí a plantear cualquier situación de lo más inverosimil por unos míseros puntos de rating, no da.
No da en lo más mínimo.
6 comentarios:
Es que subestiman al espectador!!! O a acaso no es re creible que los enemigos en la novela sean en realidad hermanos perdidos que se separaron cunado su avion cayó en medio de la jungla africana y se reencontraron porque ambos participaron en una marcha por el orgullo gay??
nena, no entedés nada!
Por esta razón dejé de ver la pedorrada de Cabré!
No lo beses!!!!!!!! Es tu hermanooooooooooo!!!!!!!!!!!
Te mataste con "Por amor a vos", eh?
Pero lo que me puede es que ahora se falsean estudios, cuando lo único que tienen que falsear es el informe, no necesitas un médico, sólo a Pablini y su magico toque falsificador!!!
Eh che... tanto que jodieron con la ficcion... no les restes meritos...!
Jejeje...
Bexos
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