10 de agosto de 2008

Sólo para vos (Just for you)


Existe cierta tendencia a considerar que una obra artística tiene un elemento de universalidad en el campo de la recepción. Esta creencia lleva a pensar que toda creación tiene un destinatario general, indeterminado, al que siempre se busca conmover.
Entonces nos alegramos por pertenecer al género humano puesto que dicha condición nos permite admirar y deleitarnos con una obra que fue concebida hace cientos de años.
Daría la impresión que esa noción de universalidad ennoblece al arte. Nos hace pensar que la obra es patrimonio de la humanidad, que en cierta medida formamos parte de un colectivo capaz de apreciar la belleza artística que nos fue legada (¿Se vislumbra cierta actitud de soberbia en esto?. No lo se, posiblemente).
Sin embargo, a mí me genera un inquietud que es la siguiente: ¿Si un escritor escribe un libro con la sóla intención de que sea leído por una única persona, existe cierto grado de mezquindad en su actitud?
No estoy hablando de musas, ni de inspiración, ese es otro terreno en el que prefiero no adentrarme.
¿Si un músico toca un tema ante un auditorio multitudinario, con la única y secreta esperanza de que conmueva a un único oyente, está siendo egoísta?
Hay algo que hoy me lleva a sospechar que el arte es un medio para cautivar a una sóla persona, como una suerte de misil teledirigido (metáfora burda como pocas para referirse al terreno artístico -hablar de terreno artístico vendría a ser una metafóra dentro de otra- pero efectiva) con la sóla intención de hacer impacto en un territorio preciso y desconocido, posiblemente remoto, deseado y por sobre todas las cosas, un tanto esquivo.

3 comentarios:

viole dijo...

y el musico que escribe/canta canciones para levantarse minas, en plural (y aca no hago uso de la metafora armamentística)???

ese no sería egoista...

Christian dijo...

Y pensar que lo hizo por amor. Digo... al Taj Sarasa. ¿Habrá valido la pena? =P

Ignacio dijo...

solo para mi??? ay, graciasss.
todo musico empezo a serlo para levantarse minas, es un hecho