Entre otras cosas, una posibilidad es cierta actitud o facultad para hacer o no hacer algo.
Según la ciencia, una abeja -por la pequeñez de sus alas y el excesivo peso de su cuerpo- se encontraría imposibilitada para volar. Sin embargo, la abeja vuela.
Aquellos que gustan de los comentarios decadentes y facilistas, sonríen al afirmar que este cetáceo vuela justamente porque desconoce sus propias limitaciones, así como ignora las leyes de la aerodinámica.
Ahora bien, es formidable que la abeja vuele (un aplauso para este batracio), también que haga miel (otro aplauso para la abeja y un Hurra en su honor), pero de ahí a querer justificar que el volido de este simpático mamífero se debe a su total ignorancia científica, es tan ridículo como suponer que la abeja cuenta con la capacidad intelectual suficiente como para sobreponerse a las vicisitudes que le plantea su morfología.
Sospecho que quienes se empecinan en resaltar el instinto de superación de este coleóptero, lo único que persiguen es exacerbar la voluntad de las personas, cuyas habilidades son limitadas, para que persistan en su infructuoso intento por lograr el objetivo que se han establecido.
Sin embargo, la gran diferencia entre el ser humano y la abeja radica en que el primero - a no ser que se trate de un necio- siempre sabe que existe un porcentaje (mayor o menor) de posibilidades para alcanzar sus metas, mientras que el equino vuela, hace miel y listo.
El hecho de poner a la abeja como un ejemplo a imitar, suena a fábula griega de poca monta. Con esto no sólo se le resta entidad a la conducta de este invertebrado, sino que también se desmerece la inteligencia humana. Reconocer las limitaciones no está nada mal. Admitir la existencia de los imposibles, ennoblece el espíritu.
Aceptar que se ha perdido templa el carácter...
Y así, sin más, me retiro.
Posiblemente porque ya no tenga más nada que decir.
Dejo este tema para el final. Como es usual en este espacio, no tiene nada que ver con el tópico abordado, pero si lo escuchan bien, van a darse cuenta que en un momento dice "possibility".
A eso se suma otra razón de peso, que posiblemente reside en el hecho de que en los últimas días no puedo dejar de escucharlo.
6 comentarios:
Reconocer las limitaciones no está nada mal pero no creas que es algo visto en todas las personas. Algunos se comportan como abejas (y eso ya es decir mucho, porque no creo que tengan tanta "inteligencia")
Y como yo acepto mis limitaciones me voy a dormir porque la gripe me dejó los ojos chiquitos y ya no veo nada, me llora todo.
todo bien, todo lindo... pero de la abeja dijiste de todo menos que es un ovino... me estás discriminando??? mira que te llamo al INADI, te llamo!!!
me voy, con las 4 patas y todos mis rulos a pastar por otros lares, ofendidisima, por mesejante acto de ipnorancia o de flagrante esquive.
Gracias por ser partícipe en mi 100° post
Te ganaste mi premio aniversario, disponible para recogerlo desde el link:
CENTES1M00 POST
Sería un halago que lo hicieras...
Salu100
A mi la miel no me gusta.. pero si las melitas!! no se porque.. es raro verdad??
A veces vuelo.. a veces no.. lalala lala un soñador..
que sera de la vida de mambru? que volo de la tele tal cual abeja que no sabe que puede volar?
Es que la abeja leyo un libro de autoayuda llamado "cómo vencer tus limitaciones".
Anita: Que te mejores. Ya te sentis mejor? Y ahora? y ahora?
Oveja: Yo puedo saber bien poco de biología, pero de ortografía se muchisimo, cómo voy a confundirlas, si lo suyo es con "v" y la otra es con "B". Me extraña, mosca.
Deli: Gracias, allí estaré.
Pol: Si, deberías dejar de comer melitas y volcarte de una a las merengadas.
Mambrú se fue a la guerra.
Sis: Que grosa la abeja, sabe leer y todo. Usará gafas?
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