No me incluyas en tus procesos de significación. A mi, dejame significar solita...(a fast and furious version of me)

"Hoy en día parece ser que, en cuanto a la comunicación de masas,
el lenguaje lingüístico está presente en todas las imágenes: bien bajo
forma de titular, texto explicativo, artículo de prensa, diálogo de película
o globo de cómic; esto muestra que no es demasiado exacto hablar
de una civilización de la imagen: aún constituimos, y quizá más que
nunca, una civilización basada en la escritura, ya que la escritura y
la palabra siguen siendo elementos con consistencia en la estructura
de la información. En realidad, lo que cuenta es la simple presencia
del mensaje lingüístico, ya que ni el lugar que ocupa ni su extensión
resultan pertinentes".

(Lo obvio y lo obtuso, Roland Barthes)

Hace unos días atrás me topé con este afiche, en la vía pública. El mismo ha sido confeccionado por un grupo de "creativos" para generar conciencia en la población acerca de las muchas actividades que pueden realizar las personas con capacidades diferentes.

Ahora bien, la propuesta que -sin duda alguna- es loable puesto que intenta destruir la estigmatización social, tiene cierto sesgo de autoritarismo, que no ha hecho más que generar un alto grado de indignación en mi persona (Sospecho que a nadie le importará esto... pero bueno, este es MI blog y puedo enojarme cuanto se me ANTOJE. Si no tiene ganas de leer a una chica enojada, márchese o deje aquí un comentario quejoso o maldígame en su propio espacio).

Mi malestar se desató como consecuencia del texto que puede divisarse en el cartel y que, como magníficamente bien lo ha explicado Roland Barthes, es una suerte de anclaje de la imagen. Reza el mensaje: ¿Por qué pensamos en la discapacidad y no en alguien yendo a estudiar? Y yo les quiero preguntar a los "cráneos" que idearon esta publicidad:

1. ¿Quién les dijo que yo pienso eso cuando veo el afiche? ¿Acaso me conocen, acaso saben quién soy? ¿Les preguntaron a muchisimas personas si veían lo mismo que ustedes cuando expusieron los alcances de su campaña y todos coincidieron?
2. ¿Quién les dio el derecho a incluirme en ese "PENSAMOS"? Porque que yo sepa, no les di ninguna autorización a tales efectos. Por lo general pienso sola y comparto mi punto de vista con personas que curiosamente suelen respetar el disenso y la pluralidad de opiniones y advierto que ustedes no forman parte de este grupo.
3. ¿No será que cierta actitud soberbia y autoritaria les hace creer que su punto de vista es el único posible, lógico, natural, propio del sentido común y de la normalidad?
4. En definitiva, si todos PENSAMOS como ustedes dicen, ¿no será acaso consecuencia de que en el afiche lo único que no está fuera de foco es el bastón blanco y que por el contrario, los libros -que según ustedes serían sinónimo de alguien yendo a estudiar (metonimia burda como pocas)- están fuera de foco, difusos ó borrosos?

Inducir una significación por medio de un recurso como éste, tendiente a colocar al enunciatario en el papel de cómplice, es una conducta tan autoritaria como la de discriminar a un no vidente. Respetar y valorar al que es diferente implica también respetar y valorar al que piensa diferente... y para eso se necesita mucho más que una campaña publicitaria.