Fragmento descontextualizado

"Escrutar quiere decir explorar: exploro el cuerpo del otro como si

quisiera ver lo que tiene dentro, como si la causa mecánica de mi
deseo estuviera en el cuerpo adverso (soy parecido a esos chiquilos

que desmontan un despertador para saber qué es el tiempo). Esta

operación se realiza de una manera fría y asombrada; estoy calmo,

atento, como si me encontraran ante un insecto extraño del que

bruscamente ya no tengo miedo."

(El cuerpo del otro, Roland Barthes)

Hace un par de semanas que lo divisé por primera vez ó debería decir que te divisé, o mejor dicho y para ser más exacta: que divisé una desconocida y desactualizada versión tuya que viaja en colectivo. No se si era demasiado temprano ó hacía un frío excesivo o ambas cosas a la vez, pero lo cierto es que en una de las tantas paradas del recorrido, subió ó subiste.

Primero pensé que la visión era producto de ese estado de semi vigilia que suelo experimentar a esa hora de la mañana, el mismo que ya me hizo ver un cánguro escapado del zoológico, saltando por la Avenida Sarmiento y a Elisa Carrió haciendo footing frente a la Facultad de Derecho; pero no, en este caso toda su tangibilidad quedó expuesta al sentarse a mi lado. Al principio, las cosas se complicaron porque claro, no podía observar a ese chico con total desenfado como hubiera querido, pero alcanzaron un par de golpes de vista para cerciorarme de que el pasajero no era otro que vos, a la edad de diecisiete años. Es obvio que yo te conocí mucho tiempo después, cuando ya no tenías esa edad, pero la verdad es que el adolescente venía a suplir esa elipsis y me devolvía una faceta tuya absolutamente desconocida.

Con el correr de los días, me he vuelto una experta en esta disciplina de la observación en movimiento, y además del parecido físico, he llegado a reconocer en él ciertos gestos y actitudes que me resultaron tan familiares en vos.

Creo que sería muy conveniente entablar alguna clase de conversación con él, pero me abstengo de hacerlo puesto que la presentación resultaría sumamente engorrosa. Es complicado pararse ante alguien y decirle: "Hola, aunque no lo creas yo tuve mucho que ver con vos en el pasado, pero sólo me conocerás en un par de años. Estate atento para cuando llegue ese momento".

Ahora concibo la posibildad de que diferentes versiones tuyas recorran la ciudad a bordo del parque automotor. ¿En que línea de colectivo viajará tu yo original? ¿Asistiré al asombroso espectáculo de verte en tu faceta de niño, viajando rumbo al colegio? ¿Podrá algún colectivo lograr que coincidan nuestros aspectos actuales?

Todo es cuestión de tiempo, de océanos de tiempo.

Dentro de unos días es el aniversario de tu nacimiento, me pregunto si seguirás cumpliendo años...