tengo una manía o un vicio o una debilidad o vaya a saber qué cuernos es o cómo cornos llamarlo, pero lo cierto es que invento palabras.
en realidad no es que las invento así de la nada (esa sería una tarea para Dios) lo mío es algo más modesto -al estilo de un demiurgo- y sin pretenciones de sentar precedente alguno.
hay circunstancias en las cuales las palabras que conozco no me alcanzan para definir determinados acontecimientos, entonces me veo obligada a someterlas a una suerte de mutación, para que signifiquen lo que yo quiero.
y como mi admirado Castoriadis dice que nunca se hace uso del lenguaje, sino que todo uso siempre implica un abuso del mismo, me siento aPsolutamente legitimada para continuar con esta noble tarea sin fines de lucro.
se entendió toda esta disgresión de ridiculitud?
1 comentario:
pero como no se le va'ntender, dotora...
igual ojo, eh, que el otro dia me entere que existia la palabra viudedad, que es lo mismo que viudez, pero suena harto mas ridiculo que parece dicho mal a prosopito.
Publicar un comentario