No vuelvas

Los refranes tienen altas pretensiones. Mejor dicho, sospecho que sus autores (gracias a Dios se trata de personas anónimas que jamás podrán reclamar la propiedad intelectual sobre tan paupérrima creación) pretenden que su máxima abarque la mayor cantidad de situaciones posibles a los fines de convalidar su veracidad. Sin embargo, estos dichos adolecen de un grave defecto: la ambivalencia, y ésta radica en la posibilidad de que dos refranes exactamente opuestos resulten aplicables al mismo acontecimiento. Sólo a modo de ejemplo -puesto que lo último que se busca aquí es hacer un listado de espantosas frases de este tipo- podemos mencionar: "Al que amanece, Dios lo ayuda" y "No por mucho madrugar, se amanece más temprano"
Ahora bien, existe uno en particular que merece ser objeto de análisis en esta oportunidad y es el siguiente: "El que se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen". Intuyo que el brillante cráneo que lo concibió se trataba, ni más ni menos, que el de un amante despechado, quien ante el abandono "inmotivado e imprevisto" de la persona amada, careció de la destreza necesaria para crear un hecho artístico, aunque más no fuere uno humilde y digno, pero contó con la ambición suficiente para intentar perpetuarse por los siglos de los siglos por medio de esta frase lastimosa.
Lo que amerita debatirse aquí es lo siguiente: si alguien se va por su propia voluntad, ¿Para qué cuernos vuelve?. ¿Acaso es porque conoce el refrán y tiene la intención de demostrar que funciona? A ninguno de los que se han ido se les ocurre pensar que posiblemente aquellos que "se han quedado" gozan de buena salud y que no abrigan el más mínimo deseo de volver a verlos?. Es decir, si alguien tuvo la decencia de marcharse sin que uno tuviera que mover siquiera un dedo para motivar el abandono, también tendría que poseer la dignidad suficiente como para no regresar jamás y así echar por tierra de una vez por todas, la pobre idea que dio origen a este dicho.

Esto va para vos. Para vos que tuviste el buen tino de marcharte hace un tiempo, sin siquiera echar un vistazo hacia atrás. Te pido que nunca, nunca jamás regreses o te perderé el respeto para siempre...